Muchos estudios e investigaciones señalan a los deportes como muy beneficiosos para la salud si se practican con frecuencia y se acompañan con una alimentación equilibrada. Pero estas ventajas no son solamente físicas, sino también psicológicas.
La realización de algún deporte o actividad lúdica, a partir de edades tempranas, es importante para que el desarrollo cognitivo de los más pequeños evolucione hacia el conocimiento del mundo que le rodea. El niño, según Piaget, conoce y aprende a través de la interacción y de las experiencias que resulten del mundo que le rodea, el cual explora con su madre.
El hecho de que realicen algún deporte a partir de edades tempranas, implica que el niño vaya más allá de su relación con sus padres y socialice con sus iguales, de manera que se desarrolle en otros planos: moral, social, cultural, etc. Las actividades lúdicas ayudan a que afiancen su autoestima, se diviertan, aprendan a jugar en equipo con todo lo que ello conlleva: conocer las normas, respetar al otro, etc. Realizar deportes a edades tempranas para el desarrollo cognitivo del niño no es exclusivo de estos, sino que debería realizarse a lo largo de toda la vida, ya que para los ancianos, por ejemplo, les beneficiaría para su motivación, para mantenerse en forma (intelectual como físicamente), cuidar su salud, crear relaciones sociales, etc.
Cerrando o dejando abierto este tema, sería interesante dejar una frase:"No dejamos de jugar porque nos hayamos hecho viejos. Nos hacemos viejos porque hemos dejado de jugar." (George Bernard Shaw)